El oído es un órgano muy delicado, percibe ondas acústicas diariamente, las transporta al cerebro y este las identifica y las procesa. A este proceso se le denomina audición.
En ocasiones no somos conscientes de lo complicado que es este proceso y sometemos a nuestros oídos a sonidos demasiado altos durante largos períodos de tiempo, lo que puede dar lugar a problemas auditivos o incluso a la pérdida de la audición.
El daño que se acumula en nuestro oído no puede recuperarse. En ocasiones, si estos daños al oído no son tratados de forma correcta en el tiempo adecuado, puede avanzar hasta que el oído queda afectado, evitando que pueda corregirse el daño auditivo. Por lo que hay que prestar especial atención a este aspecto y tomar las medidas de seguridad necesarias para garantizar la protección de nuestra salud auditiva.
La pérdida auditiva es un proceso que afecta a todo el mundo, ya sea por la edad o por otros factores como la falta de cuidados a nivel de higiene, la falta de protección contra los golpes o la exposición prolongada al ruido sin las medidas de seguridad adecuadas. Esta situación se puede producir en muchos ámbitos, pero uno de ellos, y de los más comunes, es en el entorno laboral.
Algunos puestos de trabajo, por su naturaleza, son más agresivos con el oído, como la construcción, la jardinería o la carpintería. Sin embargo, esta dolencia puede darse en cualquier puesto de trabajo en el que se utilice maquinaria o aparatos que generen ruido, como, por ejemplo, en peluquería, profesionales de guarderías o camareros. Como podemos ver, no es necesario emplear maquinaria pesada para sufrir pérdida auditiva, pero sí que es necesario contar con las medidas de protección necesarias para no afectar nuestros oídos
La pérdida de audición debida al ruido puede darse de manera repentina o a lo largo de un periodo. La pérdida de audición puede comenzar a cualquier edad y acumularse con el tiempo y, en muchas ocasiones no somos conscientes de que sufrimos este deterioro hasta que alguien nos lo indica. Uno de los síntomas más comunes que podemos notar y que debemos prestar especial atención son pitidos o ruidos (también conocido como Tinnitus) sin la existencia de un factor externo, o incluso el dolor. Trabajar en un lugar ruidoso no solo afecta a la audición, sino que también puede afectar a la garganta, debido a la necesidad de alzar la voz, además de provocar insomnio, alteración del comportamiento como aumentar la agresividad o la irritabilidad, o incluso pérdida de concentración y atención.
Es importante tener en cuenta una serie de factores a la hora de valorar la intensidad de un ruido, como, por ejemplo, la distancia al mismo. No es lo mismo que una máquina trabaje al lado de nuestro oído, que una que se encuentra a un metro de distancia.
¿Cómo podemos evitar la pérdida auditiva?
La respuesta es clara, evitando los lugares ruidosos y utilizando las medidas de seguridad adecuadas para garantizar la protección auditiva. Sin embargo, es entendible que si el sometimiento al ruido sea poco probable que podamos huir de él. Para ello, lo más importante será entonces prevenir, dentro de las posibilidades que encontremos, que nuestros oídos se vean afectados por los sonidos excesivamente altos y, sobre todo, porque estos ruidos
impacten por mucho tiempo en nuestros oídos.
5 TIPS que pueden ser útiles a la hora de proteger tus oídos en el puesto de trabajo
Como te mencionamos, la mejor forma de cuidar nuestros oídos en el entorno laboral es la prevención, por ello aplica estos tips y cuida de tu salud auditiva:
Utiliza protectores auditivos como cascos o tapones: Las empresas en las que el ruido supera los 85 decibelios deben proporcionar un equipo de protección individual auditivo, ya sean cascos de protección auditiva o tapones. Estos EPIs no impiden que el ruido pase, pero sí reducen los decibelios que tu oído percibe.
Elige la protección auditiva que te resulte más cómoda: También puedes combinar ambos equipos, cascos y tapones. Es importante que no introduzcas en tu oído nada que no esté homologado.
Realiza descansos cada poco tiempo: Esto relajará tanto a tus oídos como a tu cerebro y sentirás cómo tu cuerpo se motiva de nuevo a la hora de empezar a trabajar. En tu tiempo de ocio, deja descansar tus oídos. Evita utilizar cascos, la música alta o lugares ruidosos, esto ayudará a reducir la fatiga auditiva.
Si tienes la posibilidad, reduce los decibelios: En el caso de que trabajes con maquinaria ruidosa quizás no sea posible, sin embargo, si en tu labor influyen aspectos como la música, la voz u otros ruidos, notarás un gran alivio.
En el caso de que tu empresa ofrezca revisiones anuales, anímate a acudir a ellas: En estos reconocimientos médicos habitualmente valoran tu salud, tanto general como auditiva. Esto te ayudará a identificar algunos problemas que tal vez han pasado desapercibidos.
Debemos ser conscientes de la importancia de cuidar nuestra salud auditiva y no avergonzarnos de hablar si empezamos a notar señales de pérdida auditiva. Pedir ayuda a tiempo puede evitar que nuestros síntomas vayan a más.
Si sientes cualquier molestia, te preocupa tu audición o simplemente quieres realizar una revisión auditiva GRATIS, no dudes en contactar con Audika y pedir tu cita gratuita.
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