1. Uso de tapones anti-ruido en ambientes ruidosos
Es recomendable proteger los oídos siempre que nos expongamos a niveles de sonido que excedan los 85 decibelios (db). Los tapones para oídos o las protecciones auditivas reducen el nivel de exposición al ruido para que podamos estar en ambientes ruidosos sin dañar nuestra audición.
Los tapones anti-ruido se introducen en el canal auditivo y son moldeables para adaptarse a la fisionomía de cada persona. Cuando busques tus tapones anti-ruido, presta atención al NRR (Nivel de Reducción de Ruido) porque cuanto más alto el NRR, más reducción de ruido se obtendrá. Los tapones para oídos de "alta fidelidad" son especialmente populares entre los músicos y los artistas, ya que reducen los niveles de ruido sin distorsionar el sonido.
Los cascos anti-ruido son otra forma de protección que reduce el nivel de ruido gracias a sus almohadillas suaves. Muchas personas los consideran cómodos y prácticos pero la mayoría de los modelos no ofrece el mismo nivel de reducción de ruido que los tapones profesionales para oídos.
2. Bajar el volumen de los auriculares
El nivel de ruido considerado seguro para auriculares es de entre 60 y 85 db. Una forma simple de controlar esto es asegurarse de que el volumen no supere a más de 2/3 de la capacidad del volumen máximo del dispositivo. Otro truco es sujetar los auriculares a unos 30cm de distancia de tus oídos mientras se reproduce la música. Si puedes escuchar los sonidos con claridad, eso significa que ¡DEBES BAJAR EL VOLUMEN!
Los auriculares con cancelación de ruido permite escuchar música de forma segura, ya que bloquean el ruido de fondo y, por lo tanto, permiten al usuario escuchar música a volúmenes más bajos.
3. Secar los oídos después de la ducha o después de nadar
Después de nadar o ducharte, inclina la cabeza hacia cada lado para dejar que el exceso de agua de los oídos salga. También puedes frotar la parte exterior de tus oídos con una toalla limpia para secarlos aún más. El “oído de nadador” puede ser causado por el agua que se atasca en el canal auditivo, lo que hace que se elimine la cera protectora del oído y se suavice la piel en el canal auditivo y, por lo tanto, hace que sea más difícil sufrir infecciones bacterianas en el oído. Secar suavemente las orejas hace con que el riesgo de infección disminuya.
4. No limpiar los oídos con bastoncillos
Ahora que has aprendido algunos trucos para mantener tus oídos secos después de ducharte o de nadar, es importante recordar que no debes limpiarlos con bastoncillos de algodón. La cera del oído juega un papel importante para mantener nuestros oídos sanos y prevenir infecciones, por lo que quitar la cera de los oídos con bastoncillos de algodón solo aumenta el riesgo de infección.
Además, los bastoncillos pueden dañar la piel o empujar la cera del oído más hacia dentro del canal auditivo. Si sientes que tienes una acumulación excesiva de cera que requiere un poco de limpieza, puedes adquirir un spray de limpieza de oídos en una farmacia local. Si eso no funciona, es aconsejable consultar a un experto en audición para extraer la acumulación de cerumen.
5. Usar gorras y orejeras durante los meses de invierno
La exposición frecuente al frío y no usar protección para los oídos puede aumentar el riesgo de pérdida auditiva. Esto ocurre porque el cuerpo potencia el desarrollo óseo del canal auditivo para "bloquear" el frío. Este sistema de respuesta del organismo para proteger el oído del frío se llama exotosis. Es común entre los esquiadores, practicantes de snowboard y surfistas que están expuestos a bajas temperaturas y/o agua fría.
Es aconsejable el uso de gorras u orejeras para temperaturas inferiores a 15 grados centígrados. Aunque 15º nos parezca una temperatura de confort para muchos españoles, nuestros vasos sanguíneos comienzan a contraerse para consolidar el calor a partir de esta temperatura, haciendo que nuestros oídos se vuelvan más susceptibles al clima frío.
6. Mantener los audífonos y auriculares limpios
Con el uso diario, los audífonos y auriculares se van ensuciando. Además, la cera y líquido de los oídos que se acumula en los auriculares puede afectar a la calidad del sonido. Es por ese motivo que la limpieza regular de tus audífonos y auriculares te permitirá aprovechar al máximo tu experiencia auditiva.
En Audika recomendamos que los audífonos se limpien con un paño suave y seco. Asegúrate de limpiar y secar bien las manos antes de manipular los audífonos. No se debe utilizar alcohol, líquidos de limpieza o agua en la limpieza de los audífonos. Para los auriculares, se puede aplicar un poco de agua y jabón en un pañuelo y luego frotarlo en la superficie de los auriculares.
7. Prestar atención a los signos de acumulación excesiva de cera
Como hemos mencionado antes, nuestros oídos son órganos “autolimpiantes”, por lo que generalmente no requieren limpieza. Sin embargo, si experimentas alguno de estos síntomas que vamos a indicarte a continuación, podrías tener impactación de cerumen, que consiste en que la cera del oído llene completamente el canal auditivo.
Este nivel de acumulación de cera es raro, pero si experimentas alguno de estos síntomas, consulta inmediatamente con un experto en cuidados auditivos:
- Sensación de entaponamiento en el oído.
- Picazón o secreción en el oído.
- Zumbidos en los oídos, o "tinnitus"
- Cualquier signo de pérdida auditiva
- Dolor en el oído
- Tos.
Como puedes ver, cuidar nuestros oídos no tiene que ocuparte mucho tiempo. Siguiendo estas recomendaciones que te hemos dado, puedes mantener tus oídos en buena forma y prevenir la pérdida auditiva e infecciones.
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