Muy al contrario de lo que pensamos, la pérdida auditiva no tiene lugar únicamente en personas de edad avanzada, sino que puede darse en cualquier momento y coyuntura de nuestra vida. Por determinadas circunstancias, nuestro sistema auditivo puede resentirse y desgastarse dando lugar a la peor de las situaciones: la sordera.
Los signos de la pérdida auditiva pueden ser aislados y desarrollarse lentamente, o muy evidentes y comenzar de forma repentina. A menudo, la incapacidad para poder escuchar de forma correcta y nítida puede causar en las personas sensación de frustración, de rechazo a la interacción social, depresión, aislamiento o soledad, lo que, lejos de solventar el problema, lo agrava con otro tipo de trastornos mentales.
Es por ello que reconocer los primeros signos y síntomas de esta dolencia se hace imprescindible para frenar o paliar el avance de la pérdida auditiva.
A continuación os dejamos una lista de los 15 síntomas más comunes para identificar la pérdida auditiva:
- Has dejado de percibir los sonidos de la naturaleza: Sonidos ambientales como el canto de los pájaros en el campo, el murmullo del río o el de las gotas de agua de un día de lluvia chocando en los cristales, denotan una falta de audición.
- Incapacidad para oír los tonos más agudos: Te cuesta escuchar las voces femeninas e incluso los sonidos más agudos.
- Incapacidad para oír palabras que contengan las letras “f”, “ch” o “s”: Sin darte cuenta, palabras como “flecha” o “escarcha” se vuelven más difíciles de distinguir en una conversación.
- Aparición repentina de acúfenos o zumbidos en los oídos: Sin saber por qué, de vez en cuando, brotan molestos pitidos o ruido en tus oídos.
- Repetición continua de palabras: Cada vez que alguien se dirige a ti para decirte algo, tus palabras más usadas son: ¿qué?, ¿cómo?, ¿perdona? o ¿me puedes repetir? La repetición continua de este tipo de preguntas en ambientes caracterizados por la ausencia de ruidos estridentes es un claro síntoma de pérdida de oído.
- Volumen de televisión o radio muy alto: Es muy común que las personas que viven contigo o incluso tus vecinos, te llamen la atención por el volumen de la televisión o de la radio.
- No te enteras del sonido de telefonillo, del timbre de la puerta o del teléfono.
- Nunca escuchas bien cuando hablas por teléfono: Te resulta muy complicado mantener una conversación telefónica ya que siempre percibes la voz de tu interlocutor de forma muy lejana.
- Te cuesta mantener cualquier tipo de comunicación en ambientes con ruido de fondo: Pese a tus titánicos esfuerzos por mantener la atención en restaurantes, teatros, bares, o sitios de ocio, no logras oír lo que tus interlocutores comentan.
- Dificultad para seguir una conversación cuando varias personas están interactuando: Te cuesta mantener el hilo de la conversación cuando varias personas hablan al mismo tiempo ya que no percibes correctamente lo que dice cada uno.
- Dolor de cabeza: Debido al esfuerzo que haces por intentar percibir todas las conversaciones y sonidos.
- Entender cosas completamente diferentes en conversaciones o reuniones de trabajo: En el ámbito laboral tienes la sensación continua del “teléfono escacharrado” según la cual en una reunión, entiendes cosas completamente diferentes a lo que te comentan tus compañeros debido a la pérdida de oído.
- Pensar que la gente no pronuncia bien: Cuando no se trata de un caso concreto, sino generalizado, es un síntoma de pérdida auditiva.
- No interactúas en reuniones sociales: no puedes integrarte en conversaciones ante tu falta de oído.
- Frustración por todo lo anterior.
Si reconoces varios de estos síntomas, es necesario realizarse una prueba auditiva para evaluar su grado de audición.
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Más de 466 millones de personas en todo el mundo sufren problemas de pérdida auditiva, siendo ésta la tercera afección más común entre los adultos. Pero estos datos no deben desanimarnos ya que casi el 90% de los casos de pérdida auditiva pueden tratarse sin problemas. Es por ello que es de máxima importancia un diagnóstico rápido y precoz, a través de la realización de una audiometría con el fin de establecer el tratamiento para recuperar la audición.
Los audífonos son otra solución de ayuda auditiva. En Audika disponemos de una amplia gama de audífonos de calidad para cubrir las necesidades de todos los clientes.
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