La pérdida auditiva conductiva se produce en el oído externo o en el oído medio, donde el sonido se convierte a vibraciones y se envía al oído interno. Este tipo de pérdida auditiva se refiere a los problemas a la hora de transferir las ondas sonoras (debido a un bloqueo u otro impedimento).
Un exceso de cerumen, un tímpano perforado o incluso infecciones de oído, puede resultar en una pérdida auditiva conductiva.
La pérdida auditiva conductiva es un tipo de pérdida auditiva que a menudo es fácilmente identificable. Las siguientes causas se han asociado con este tipo de pérdida auditiva:
La pérdida auditiva se divide en las siguientes categorías (según qué parte del oído esté dañada): sensorineural, conductiva y pérdida auditiva mixta.
La pérdida auditiva conductiva normalmente es el resultado de una interrupción a la ruta del sonido a medida que viaja desde el oído externo/medio al oído interno, mientras que la pérdida auditiva neurosensorial se produce cuando las delicadas fibras del nervio del oído interno se dañan.
La pérdida auditiva mixta se produce cuando se producen la pérdida auditiva conductiva y la sensorineural en el mismo oído.
La pérdida auditiva conductiva a veces va a acompañada de dolor o molestias, o de la sensación de que "algo va mal" en el oído. Un signo común de la pérdida auditiva conductiva puede ser:
Tiempo puede ser todo lo necesario para recuperarse de los casos menos graves de pérdida auditiva conductiva. En otros casos, la pérdida auditiva conductiva puede tratarse médicamente de una de las siguientes formas:
