Los decibelios y el oído
El decibelio (dB) es la unidad medida con la que evaluamos la intensidad de un sonido. Un dB es la décima parte de un belio (B) que toma su nombre del inventor del teléfono Graham Bell.
El decibelio (dB) es la unidad relativa empleada en acústica, electricidad, telecomunicaciones, -entre otras especialidades- para expresar la relación entre 2 magnitudes: la magnitud que se estudia y una magnitud de referencia.
Gracias a los decibelios en una audiometría podemos medir el nivel de audición de un paciente, identificando los umbrales auditivos que debemos tener en cuenta a la hora de prevenir daños en nuestros oídos.
Pero el volumen del sonido no es la única variable preocupante. Debemos controlar también el tiempo que nos exponemos a esos sonidos especialmente intensos (por encima de los 60 dB).
Por lo tanto, a la hora de valorar los peligros del exceso de volumen para nuestros oídos, debemos tener en cuenta dos variables principales:
- Intensidad del sonido (medida en decibelios)
- Tiempo de exposición a ese sonido
¿Cuántos decibelios puede captar el oído humano?
El umbral de audición del ser humano es el nivel mínimo que debe tener un sonido para que pueda ser percibido, y suele situarse entre 0 y 25 dB audiométricos.
¿Por qué a determinada edad nos cuesta oír por debajo de 25 dB?
La pérdida de audición provocada como consecuencia de la avanzada edad del paciente se produce cuando las células ciliadas sensoriales del órgano de Corti se lesionan. Lamentablemente, son unas células que no se regeneran y que pueden sufrir daños cuando las sometemos a sonidos excesivamente intensos.
¿Cómo afecta el exceso de decibelios a nuestra audición?
Quizá no somos conscientes, pero la manera en la que actualmente disfrutamos de la música en nuestros reproductores de sonido o el volumen de los altavoces en espectáculos y eventos deportivos puede perjudicar gravemente la salud de nuestros oídos.
Los datos son bastante preocupantes. Según los expertos, nuestros oídos no están preparados para soportar la tortura de decibelios a la que lo sometemos a diario y, sin embargo, cuando escuchamos música en nuestros auriculares solemos hacerlo entre 75 y 136 dB en su volumen máximo.
No debemos exponernos a volúmenes de 100 dB o más
En opinión de Isabel Varela-Nieto, experta en audición del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols, “Nuestro oído no está diseñado para recibir 100 dB (decibelios) en el interior de nuestro tímpano” Unas declaraciones que recoge la revista 20 minutos, haciéndose eco de los problemas que puede provocar el exceso de decibelios en nuestras capacidades auditivas.
El problema no es solo el alto volumen al que sometemos a nuestros oídos. Sino la exposición continua que los jóvenes, por ejemplo, tienen a este tipo de intensidad de sonido, ya sea en conciertos de música, salas o espectáculos deportivos.
Sin ir más lejos, en discotecas y bares los niveles medios de ruido se sitúan alrededor de los 100 dB, al igual que pasa en las instalaciones deportivas, con una horquilla entre los 80 y los 116 dB.
La recomendación de los expertos en audición no puede ser más clara y tajante para eventos y espectáculos: debemos intentar siempre situarnos lo más lejos posible de los altavoces. La OMS va aún más lejos recordándonos que si nos exponemos más de 15 minutos a estos niveles acústicos, nuestros oídos sufrirán las consecuencias.
Cómo ya lo hacen los oídos de más de 43 millones de jóvenes de entre 12 y 35 años que ya sufren discapacidades auditivas.
La sordera del mp3
¿Cómo te suena? ¿Asusta?
Si no cuidamos el volumen al que escuchamos la música en auriculares y el número de horas que pasamos cada día pegados a nuestros headphones podemos empezar a sufrir presbiacusia a partir de los 40 años. Demasiado pronto.
Si quieres evitar que este sea tu caso, desde Audika te animamos a que te realices una audiometría gratuita en nuestros centros para evaluar el estado actual de tu audición. En caso de ser necesario, encontrarás la solución perfecta en nuestros audífonos de última generación y el asesoramiento que necesitas para escuchar la vida al volumen perfecto.
