Una de las preguntas más frecuentes que presentan los padres para cuidar la salud auditiva de sus bebés, es la mejor manera de limpiar sus oídos sin afectarlos.
Por eso hoy, desde Audika y con apoyo de Aina Bastús, Audioprotesista, Logopeda y Responsable Pediátrica en España, te explicamos cómo hacerlo correctamente y te ofrecemos un paso a paso para que limpiar los oídos de tu bebe sea una tarea sencilla.
Muchas familias piensan que la forma de limpiar correctamente los oídos de un bebe es mediante un bastoncillo de algodón. Sin embargo, esta es una práctica que está totalmente contraindicada.
Entonces ¿Qué método debemos usar para limpiar sus oídos? Lo cierto es que nunca deberíamos limpiar los oídos a nuestros hijos, ya que no es necesario. No te preocupes, no nos referimos a que no es necesario mantener una correcta higiene, sino que debemos limpiar exclusivamente la zona del pabellón auricular u oreja.
La cera que se forma en la cavidad de los oídos tiene como objetivo proteger el conducto auditivo contra elementos externos como las bacterias, el polvo, entre otros. Así pues, debemos evitar introducir nada dentro del conducto auditivo ya que podemos empujar la cera que se ha producido y causar un daño en la zona, mientras nos centrarnos en proteger esta parte del oído de nuestro hijo. En cambio, sí es correcto limpiar la parte externa del oído, el pabellón.
La cera como protector del oído
La cera o cerumen tiene una función importante como protector de los oídos del niño. El cerumen es una secreción que se produce en el conducto auditivo y que tiene como objetivo proteger de elementos externos esta cavidad, como polvo, bacterias e, incluso, insectos.
De hecho, esta cera, que cumple la función como barrera protectora del oído del niño, se expulsa hacia el exterior a medida que se va produciendo de forma natural. Es ahí, en la parte exterior del oído, donde puede limpiarse, siempre que sea claramente visible desde fuera.
Teniendo en cuenta que solamente se puede limpiar la parte externa de los oídos del niño, podemos realizar este tipo de lavado durante o justo después del baño del niño, con una toallita, un paño húmedo o con los bastoncillos de algodón para los pliegues del pabellón auditivo, siempre con movimientos hacia fuera y evitando introducir el bastoncillo hacia el conducto auditivo
Recordemos que realizando maniobras que introduzcan cualquier elemento en el oído del niño para limpiarlo y cuidarlo, a menudo, consigue el efecto contrario. Al intentar sacar la cera del oído del niño, se empuja hacia dentro causando un tapón de cera o heridas en el conducto auditivo.
Consejos para limpiar los oídos de tu hijo
1. Manipular sus orejas con extremo cuidado
• Los oídos de los niños se deben limpiar dos o tres veces a la semana, aprovechando el sistema de expulsión de cerumen natural. Es conveniente retirar del exterior y limpiar con frecuencia el pequeño pabellón del niño.
• Para ello, es conveniente mojar una gasa de algodón en una solución fisiológica o de agua marina y tender al pequeño sobre un lado. Se debe proceder a limpiar la parte externa de la oreja y el borde interior, procurando no penetrar en ella.
• Es necesario emplear una gasa nueva para la otra oreja, y cambiarla cuando se limpie la zona posterior.
• Para finalizar, debemos secar bien la entrada del conducto auditivo, ya que, si la humedad se estanca, podría provocar pequeñas irritaciones.
2. Recomendaciones para el correcto uso de gotas para los oídos
• NUNCA se debe recurrir al empleo de gotas por iniciativa propia. En estos casos, es imprescindible que las prescriba un pediatra y/u otorrinolaringólogo.
• En caso de tener que poner gotas en los oídos del niño, sería conveniente estirarlo y sujetar su cabeza con una mano y, con la otra, aplicar el número de gotas prescrito. El fármaco ayudará a ablandar la cera y, por tanto, permitirá una extracción de la cera mucho más fácil.
• Se debe procurar mantener al niño en esta misma posición durante unos minutos, para que el fármaco tenga tiempo de penetrar correctamente.
• Es posible que las gotas estén un poco frías y puedan molestar al niño. Se puede calentar un poco el frasco con las manos antes de ponérselas, para que sea más agradable.
3. Advertencias finales para limpiar los oídos de tu bebé
Es posible que las familias duden, en ciertas ocasiones, de si el niño padece una otitis. Las sospechas pueden venir al observar, durante la hora del baño o en otros momentos del día, que la consistencia de la cera, en vez de ser fina y amarillenta, como debe de ser, varía su color y textura. En este caso, sin tratar de retirarla, se debe acudir al pediatra o al otorrino. Solo ellos podrán determinar si hay algún problema, o diagnosticar una posible otitis infantil.
En Audika somos expertos en el cuidado del oído y en la salud auditiva. Si tienes alguna duda o consulta, no dudes en contactarnos o acudir a tu Centro Auditivo Audika más cercano que podrás encontrar en nuestro localizador de centros