En muchas ocasiones, los pacientes que recurren a los Centros Audika nos preguntan sobre el uso de un amplificador auditivo en lugar de un audífono y la respuesta es muy simple: NO es lo mismo aumentar el volumen con un amplificador auditivo que escuchar mejor con un dispositivo médico adaptado a las necesidades de cada persona.
¿En qué se diferencia un audífono de un amplificador auditivo?
Los audífonos, son dispositivos médicos que están especialmente diseñados para compensar la pérdida auditiva adaptada a cada paciente y caso concreto, mientras que los amplificadores solo añaden sonido y no están destinados a personas con problemas auditivos. La propia Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios destaca esta importantísima diferencia: los audífonos tienen una finalidad sanitaria y terapéutica, mientras que los amplificadores se utilizan únicamente para mejorar el sonido.
¿Qué es un audífono y para qué sirve?
Los audífonos son dispositivos médicos que solucionan diversos problemas de la audición. Estos pequeños dispositivos se colocan en los oídos para mejorar la calidad de la audición de las personas. Debe ser ajustado a cada paciente por un audioprotesista; es decir, es un aparato hecho a la medida que requiere un seguimiento, adaptación y entrenamiento auditivo.
Un audífono tiene la capacidad de poder adaptar el tono, el volumen y la frecuencia del sonido ya que la pérdida auditiva va mucho más allá de simplemente dejar de captar el volumen de los sonidos del ambiente, sino que también puede estar caracterizada por la pérdida de captación de frecuencias, es decir, perder la capacidad de escuchar sonidos agudos o graves según sea el caso.
Hay muchos tipos de audífonos y cada uno de ellos se utilizará de acuerdo a las necesidades del paciente. Sin embargo, lo que todos tienen en común con es la comodidad, discreción y su avanzada tecnología. Esta última característica es importante para que el paciente pueda continuar con sus actividades diarias y no se vean afectadas sus capacidades cognitivas.
Está demostrado que el uso de audífonos crea comunicación, interacción con el medio ambiente o la inclusión en las actividades sociales. Por lo tanto, podemos asegurar que su uso estimula el cerebro de la persona que sufre de pérdida de audición, ayudando de esta manera a reducir el riesgo de deterioro cognitivo asociado a la pérdida auditiva no tratada.
¿Qué es un amplificador auditivo?
Los amplificadores de sonido, como su propio nombre indica, se limitan a aumentar el sonido ambiental y no están diseñados específicamente para personas con pérdida auditiva. Es habitual ver estos productos en las tiendas online e incluso en anuncios de televisión. Hay que tener especial cuidado, ya que pueden confundirse con audífonos, pero NO lo son.
Los amplificadores permiten únicamente ampliar el volumen de sonido, sin posibilidad de ajuste de frecuencias o de tonos, y no están recomendados para personas con problemas auditivos porque pueden, incluso, dañar aún más su audición de forma irreversible si el usuario los utiliza por largos periodos de tiempo. Recuerda que los amplificadores NO son dispositivos médicos y NO están indicados para personas con pérdida auditiva.
Su funcionamiento es bastante sencillo ya que solo cuentan con un botón de encendido y un control de volumen manual. Por lo general los amplificadores no son reparables, ni suelen tener servicio técnico ni recambios para su mantenimiento.
Diferencia en cuanto a precio y venta:
Los audífonos no se pueden comprar en supermercados ni por Internet, son exclusivos en venta por centros auditivos especializados y tras recomendación médica. Los amplificadores, sin embargo, se pueden vender en línea o en tiendas. El local físico de venta de audífonos debe ser un centro homologado por las Autoridades Sanitarias de cada Comunidad Autónoma, mientras que las instituciones que deseen vender amplificadores no requieren de un permiso sanitario.
Es por todo esto que los percios de los amplificadores y de los audífonos son muy distintos.
Los audífonos son prótesis auditivas a medida que pueden mejorar considerablemente la calidad de vida y salud de las personas con pérdida auditiva. La complejidad de su tecnología, su tamaño en miniatura y el grado de personalización de los audífonos explican la diferencia de precio.
En cuanto a los amplificadores auditivos, el precio es mucho menor debido a la simpleza y a la gran oferta que podemos encontrar en el mercado. En función de la tienda de la que queremos adquirir el aparato, podemos encontrar precios desde 60 euros, lo que puede ser un reclamo importante para los usuarios, pero debemos tener en cuenta que estos aparatos no solventan el déficit auditivo.
Como hemos comentado antes, el uso de amplificadores de sonido como medio para reducir la falta de audición supondrá graves consecuencias a corto, medio y largo plazo.
Los audífonos son sin duda la mejor y más recomendable forma de compensar la pérdida auditiva. En estos casos, lo ideal es consultar a un médico otorrinolaringólogo o a un centro de audición para que un especialista pueda realizar el diagnóstico más adecuado.
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